¿Puedes vender la casa por tu cuenta y riesgo?
Para un particular no es fácil encontrar a alguien que se interese por su vivienda. Hay que conocer el sector, sondear el mercado, dominar la legislación, efectuar los trámites pertinentes, etc. Por eso, nada mejor que dirigirse a una inmobiliaria, donde hay profesionales capacitados para afrontar con éxito esta tarea.
Ahora bien, cuando te planteas hacerlo por tu cuenta puedes encontrar dificultades y también sorpresas. Son varias las interrogantes: ¿Cuál es el comprador perfecto? ¿Dónde lo localizas? ¿Cómo lo captas? A todo esto hay que sumarle la incómoda tarea de enseñar la casa a numerosas visitas, es más, después de recibir infinidad de llamadas que conviene filtrar.
Previamente tienes que analizar el perfil del comprador que es susceptible de adquirir tu vivienda. A partir de ahí, saber cómo contactar con él es clave, así como venderle los puntos fuertes de tu casa argumentando cada uno de ellos.
Otra cuestión es lo que debes preguntar al posible comprador. Lo primero es conocer su necesidad real para después valorar si tu vivienda se ajusta a lo que busca. Si es así, deberás informarle sobre las características de la misma, negociar el precio y concretar la forma de pago. Luego tendrás que realizar todos los trámites, desde el contrato de arras hasta la firma definitiva con la entrega de llaves.
En fin, un proceso mucho más complejo y laborioso de lo que parece, pues requiere tiempo y grandes dosis de paciencia, entre otras cosas. Lo mejor es entrar en una inmobiliaria y evitar riesgos. Todo serán facilidades, además, saldrás con el convencimiento de estar bien aconsejado. Supone tranquilidad, seguridad y mucha confianza.